jueves, 9 de enero de 2014

Crónica de un penalti

Estamos en La Romareda. Zaragoza-Rayo Vallecano. Nos remontamos al 5 de mayo de 2013. El Zaragoza aún saborea las mieles de primera.


Minuto 26. Apoño, especialista en penaltis, se dispone a lanzar la pena máxima que acerque la salvación a su equipo. Nos detenemos por un momento. Al igual que él antes de coger carrerilla.

Apoño. Fuente: EFE

Observamos en la grada al típico señor con un puro. Mira indiferente la escena. Parece que el fútbol le interese más bien poco. Miramos hacia los fondos.

Por un lado, los bukaneros, ultras del Rayo. De ideología republicana y anarquista.
Por otro, los ligallos, del Zaragoza. Todo lo contrario.

Parecen sumidos en una disputa verbal cuando Teixiera Vitienes pita. Apoño va a darle al balón. Ha tirado 9 penaltis y no ha fallado ninguno hasta el momento. 



Balón a la derecha de Rubén, y gol. Euforia zaragocista. La salvación está cada vez más cerca.

El señor del puro se gira hacia los bukaneros. Lo primero que hace es mostrar su dedo corazón.

Hay veces en las que el fútbol pasa a un segundo plano. El Zaragoza ahora está en segunda, pero hay cosas que no cambian. Desgraciadamente.

Jorge Sobrino

No hay comentarios:

Publicar un comentario